Bai Tacirupeca por el quebos, lalatrá lalatrá y de trompo... ¡zas! el bolo...
¿Cómo? ¿Qué? ¿Que no era eso lo que tenía que contar? Pues vale...
Bueno, pues en una habitación bien hermosa dedicada únicamente a los ordenadores (ya me gustaría que la mía fuera así, apenas es una tercera parte) pude asistir a la presentación en exclusiva (bueno, también estaba mi hermano) del proyecto que nos ocupa... y chicos, no es por hacerle la pelota a ya-sabemos-quién, pero la verdad es que promete... promete mucho... La espera habrá merecido la pena...
Hale, ¿qué tal me ha quedado?