La historia del Imperio Blacktooth

Parte I
Las coronas perdidas

Capítulo I

Donde se narra la historia antigua de Blacktooth y la llegada de unos extraños visitantes

En un lugar del espacio en torno a una estrella desconocida se encuentra un planeta sumido en la más absoluta de las tiranías. Este planeta se conoce hoy con el nombre de Blacktooth. Sin embargo, no siempre fue así. Hace mucho, mucho tiempo se encontraba dividido en cinco reinos que, pese a sus diferencias, vivían en paz y armonía tras la firma de los Tratados de la Eterna Alianza suscritos por sus distintos reyes.

En fecha desconocida una serie de naves entraron en la atmósfera del planeta Nabia, que así era conocido entonces, pidiendo permiso para entrevistarse con el Real Consejo. Sus misteriosos tripulantes decían venir en son de paz y únicamente deseaban establecer una embajada en el planeta. No encontraron ninguna oposición por parte de los reyes y así se hizo. Se cedieron terrenos propiedad del Gran Reino para la construcción de la oficina diplomática y de los edificios anexos que considerasen menester aquellos enviados. Sí se prohibió la construcción de instalaciones de carácter militar por atentar contra las leyes vigentes en Nabia.

Dijeron aquellos visitantes proceder del planeta Cosus, que se encontraba a varios años luz. Desconocido era dicho planeta para los nabiegos, razón por lo cual iniciaron una investigación para saber más de sus nuevos vecinos. Los cinco reyes eran pacíficos pero no faltos de inteligencia. Tras varios años de investigación las noticias por fin llegaron y la inquietud embargó al Real Consejo. Pareció ser que Cosus era gobernado por una férrea dictadura de carácter militar que había invertido siglos en el desarrollo de máquinas de guerra tecnológicamente muy avanzadas. Pero más angustioso fue saber la táctica para iniciar la conquista de mundos militarmente débiles: ¡enviaban falsos embajadores! Éstos tenían la misión de construir una embajada como tapadera de una fábrica de aquellas terribles máquinas bélicas. Pero, ¿de dónde procedía la materia prima? En Nabia se había estado vigilando a los cosusianos durante aquellos años y ningún viaje hicieron jamás las naves que aquel día arribaron. La respuesta pronto llegó: en Cosus existe un metal orgánico que es capaz de multiplicarse al contacto con el agua. El bioferrum, así lo llaman, puede llegar a formar enormes planchas metálicas partiendo de un minúsculo grano.

Estando los reyes alarmados decidieron enviar un espía a la embajada para verificar aquella situación. Efectivamente, los malos augurios se confirmaron. El espía regresó contando como había visto la fábrica, una descomunal fábrica subterránea bajo la embajada, llena de robots ¡los había por miles! Ante tal situación el Real Consejo pidió explicaciones a los cosusianos, pero…

Capítulo II

De la guerra y el misterio de las coronas

Los cosusianos viéndose descubiertos iniciaron el ataque, la conquista de Nabia. La desolación y la impotencia embargó a sus habitantes pues después de tantos años de paz su poderío militar se había debilitado tanto por innecesario. La guerra estaba perdida, no había solución. Cuatro de los cinco reyes consiguieron escapar de su planeta natal con rumbo desconocido. El Gran Rey fue apresado pero tuvo tiempo de hacer desaparecer su corona. ¿Qué tenía aquella corona de especial?

Las coronas de los reyes tenían una característica muy singular: eran capaces de convertir a su poseedor en un ser carismático, de hecho era increíble la admiración que podía despertar en un pueblo un ser coronado. Era precisamente el poder de las coronas lo que buscaban los cosusianos, especialmente el sobrino del dirigente de Cosus, llamado Faz Blacktooth. Blacktooth llegó a Nabia cuando la guerra estaba a punto de finalizar con la satisfacción de ver como había sido conquistado el que iba a ser su planeta, pero decepcionado por la pérdida de las cinco coronas. Blacktooth interrogó al Gran Rey pero lo encarceló de por vida al no obtener respuesta sobre el paradero de, al menos, aquella corona. Juró esclavizar a los nabiegos para la eternidad. El Gran Rey, sin embargo, se mantuvo callado pues sabía perfectamente que su pueblo se pondría de parte del recién llegado al ver como la corona yacía sobre su cabeza.

Blacktooth exploró todo el planeta pero nada encontró, igualmente llevo a cabo una investigación sobre el paradero del resto de las coronas. Se supo como los demás reyes se habían exiliado a diferentes planetas. El destino de aquellos planetas empezaba a volverse muy oscuro…

Capítulo III

De la fundación del imperio y la creación de Penitentiary

Blacktooth funda un nuevo estado a la sombra de Cosus, se proclama emperador y cambia el nombre del planeta, pasándose a llamar como hoy se conoce. Algunos años después, cuando ya estaba consolidado el cambio de régimen, se descubre la localización de uno de los planetas que acogieron a uno de los reyes. La guardia imperial, aquellos temidos robots fabricados con bioferrum, se dirigen prestos a conquistarlo. Es un planeta escarpado, muy montañoso donde los robots tuvieron dificultades para desplazarse por él. Muchos de ellos cayeron en un lugar conocido por los nativos como El Pozo. La búsqueda de la corona resultó infructuosa, no obstante se incorpora al Imperio y se construyen enormes cárceles, prisiones descomunales para privar de libertad a todos los nabiegos rebeldes y demás enemigos de la tiranía. El planeta se pasa a llamar Penitentiary, se convierte en el planeta prisión del imperio.

Capítulo IV

De la anexión de Safari

Años más tarde, Blacktooth III, nieto del fundador del imperio, se declara independiente de Cosus. También concluye las últimas prisiones en Penitentiary. La búsqueda de las coronas prosigue sin éxito alguno. No obstante se exploran planetas, sumándose al imperio como provincias. Fue el caso de un planeta conocido como Safari (vocablo nativo) con una riqueza natural extraordinaria, abundante y densísima vegetación, convertido en fuente de proteínas del imperio, es decir, Safari exporta toneladas de carne. Sus habitantes viven en fortalezas de madera en la jungla y su conquista fue muy sencilla, dado que es una civilización poco avanzada y, además, pacífica.

Capítulo V

Del descubrimiento de un extraño planeta

Durante el gobierno de Blacktooth XVI una nave imperial sufrió una avería mientras realizaba un salto al hiperespacio. Como consecuencia del percance tuvo que aterrizar de emergencia en un planeta desconocido. Allí, la tripulación encontró un ser primitivo que era parte de una pequeña civilización. Sus gentes tenían la costumbre de envolver a los cadáveres con vendas y enterrarlos bajo enormes pirámides de piedra. Cuando la tripulación regresó a Blacktooth al emperador le encantó tanto la descripción que del extraño planeta hicieron. que mando reconstruir la capital de un planeta subyugado tiempo atrás a imagen y semejanza de la narración que escuchó. Ese planeta se conoce con el nombre de Egyptus.

Capítulo VI

De la creación de una gran biblioteca

La afición de Blacktooth XXIV por las historias de vaqueros fue tan enorme que dedicó un mundo entero a biblioteca de relatos del oeste. No obstante sólo las elites del imperio tienen acceso a los libros, estando prohibida para el pueblo la lectura ya que la información y divulgación están rigurosamente vetadas. A este planeta se le conoce popularmente como el Mundo del Libro, siendo su auténtico nombre Byblos.

Capítulo VII

De la luna de Blacktooth y su castillo

Actualmente, el planeta Blacktooth con el paso de los siglos ha cambiado mucho. Blacktooth LIV ha terminado la construcción en la luna de tres estaciones espaciales. La mayor de ellas, donde reside el Centro de Operaciones de la Base Lunar, es el principal centro de teletransporte del Imperio, con dirección a todos los planetas que con el tiempo se han ido incorporado. De igual forma, se ha erigido un enorme castillo como sede gubernamental del planeta y, por tanto, de todo el Imperio. La historia cuenta como una vez, tras el episodio de Egyptus, el emperador envió una nave para encontrar el extraño planeta y, después de mucha exploración, finalmente fue localizado y la nave aterrizó. Sin embargo, la tripulación encontró que la gente había cambiado: en lugar de pirámides usaban castillos, en lugar de envolver los cadáveres en paño, envolvía a hombres vivos en metal e intentaban atacar a los cadáveres con palos planos de metal. El emperador, no más aventajado que su antepasado, construyó el castillo en Blacktooth. Este castillo está rodeado por un pequeño mercado y más allá, por un número de montañas infranqueables. La única manera de abandonarlo es a través del teletransporte hacia una de las tres estaciones lunares.

Capítulo VIII

De Freedom y sus habitantes

Mientras tanto, los pueblos de las estrellas vecinas llevan mucho tiempo preocupados por los signos tan evidentes de expansión militar de Blacktooth. Pero por fin se han decidido a actuar. Han enviado a un espía extremadamente cualificado con la misión de hacer estallar una revolución en los planetas esclavos. El espía procede del planeta Freedom. Este mundo se haya habitado por unas criaturas muy extrañas, formadas por un par de seres simbióticos que se han adaptado para vivir y trabajar por separado o, de forma mucho más ventajosa, formando un único ser: Head se monta sobre Heels. Estos son, de hecho, sus nombres.

Head pertenece a la especie headus mouthion. Es el socio simbiótico de Heels y normalmente, se encuentra subido sobre él. Head es el descendiente de una especia de reptiles voladores y todavía conserva unas alas rudimentarias que le permite alcanzar hasta dos veces su propia altura, así como planear en el aire. Head además está adiestrado en el uso de la bocina. ¿La bocina? Head usa la bocina para disparar rosquillas y, así, atacar a sus enemigos. Las rosquillas esparcidas por la cara de los monstruos los detendrá mientras se lamen el riquísimo dulce. Evidentemente la bocina sin una buena bandeja de rosquillas no sirve para nada.

Heels es un espécimen footus underium. Durante su evolución los brazos desaparecieron totalmente mientras que las piernas alcanzaron un gran desarrollo. Heels puede saltar su propia altura y corre muy rápido. Además, pese a la ausencia de extremidades superiores, es capaz de coger objetos, eso sí, ayudándose de su bolso. El bolso se usa para guardar los objetos de una estancia. Es fundamental que Heels tenga su bolso porque es imposible avanzar sin él.

De Freedom también son nativos los Perritos del Silencio. Son un extraño tipo de animal, increíblemente dormilón, de hecho, nunca despiertan y es normal que duerman durante toda su vida. Por eso a veces se usan como bloques para formar determinadas estructuras. Durante muchísimo años los Head los han estado confundiendo con Heels, por lo que han desarrollado un mecanismo de autodefensa: de alguna manera aprendieron a teletransportarse muy lejos. Nadie sabe a dónde van, simplemente en el instante que ven a un Head desaparecen y regresan cuando no haya «heads» en la costa.

Capítulo IX

De la llegada de Head y Heels a Blacktooth

Se cuenta que, pese al excelente entrenamiento de Head y Heels, fueron capturados a las pocas horas de su llegada a Blacktooth. La guardia imperial les obligó a separarse y fueron encarcelados en los calabozos del castillo de manera provisional, a la espera de trasladarlos a Penitentiary. Head y Heels estaban divididos por una gran reja, podían verse pero estaban condenados a buscar un camino de huída independiente para volver a juntarse en otro punto de Blacktooth, muy probablemente, el mercado que rodea al castillo.

Capítulo X

De la extraordinaria aventura que nuestros dos protagonistas vivieron

Es mucho lo que se ha escrito sobre las peripecias, aventuras y desventuras que Head y Heels padecieron. Ha sido tanto lo que se ha narrado que nadie sabe a ciencia cierta cómo consiguieron escapar del Castillo de Blacktooth, cómo llegaron a la Base Lunar y cómo fueron planeta por planeta hasta encontrar lo que todos daban por perdido: las coronas. Sí se sabe que regresaron a Freedom como héroes con las cinco coronas en su poder. En toda la galaxia se supo del inicio de las revoluciones en Penitentiary, Safari, el Mundo del Libro, Egyptus y el propio planeta Blacktooth. Pero la lucha por la libertad no había hecho más que empezar…

Parte II
La búsqueda de los reyes

Capítulo XI

De la reacción del imperio

El emperador ante la situación de revueltas populares que se estaba produciendo en todas las provincias y en el propio Blacktooth, ordenó la más dura de las represiones sobre la población. Así mismo, juró invadir y arrasar Freedom cuando la situación dentro de sus fronteras volviera a la normalidad.

Mientras tanto, la población estaba en lucha contra la guardia imperial y las élites gubernamentales. Sin embargo, la confrontación era desigual. Mientras la guardia imperial tenía una organización militarmente perfecta, sus bajas eran fácilmente reemplazables y sus daños reparados con facilidad (al fin y al cabo, no eran más que robots); el pueblo combatía con la inteligencia propia de seres orgánicos desarrollados pero sin líderes ni organización alguna.

Capítulo XII

De los reales descendientes

Cuando se conquistó Nabia, cuatro de los cinco reyes se exiliaron a Safari, Penitentiary, Egyptus y Byblos. Quedándose el Gran Rey en Blacktooth en prisión de por vida. Los reyes exiliados escondieron sus coronas y se integraron en la sociedad nativa resignándose a regresar a su planeta natal. Por aquel entonces aquellos planetas eran libres y sus habitantes no tenían la necesidad de entablar una guerra con una potencia y, mucho menos, de apoyar a un extranjero recién llegado. Las coronas tienen un gran poder carismático pero no hasta tal punto.

Años después, como sabemos, los mundos fueron invadidos y sería entonces cuando la población sí hubiese apoyado una revolución dirigida por un gran líder (coronado). Sin embargo, las coronas habían desaparecido y los descendientes de los reyes eran parte del pueblo, sin características sobresalientes sobre el resto de la gente. No obstante, estos descendientes llevan sangre real y su coronación despertaría las soberbias dotes de sus antepasados.

El descendiente del Gran Rey no es directo, es decir, el rey que no pudo exiliarse no tuvo descendencia antes de su encarcelación ni, evidentemente, después. Sin embargo tenía sobrinos y estos han perpetuado la línea real a lo largo de los siglos. Está demostrado que resulta mucho más complicado que la corona tenga el mismo efecto con ellos que con los descendientes de los otros cuatro planetas. Por ello, sólo cuando vean a las provincias libres e independientes se decidirán a ponerse al frente de la revolución.

Capítulo XIII

Del contraataque de Freedom

Reunidos en Freedom sus máximos dirigentes con Head y Heels, convertidos en héroes del planeta, se planea la vuelta a Blacktooth. Con las coronas en poder de los freedonianos se decide comenzar la búsqueda de los reales descendientes para hacerles entrega de la joya real de su antepasado y, así, convertirlos en soberanos del mundo donde tantos siglos han habitado y que, muy probablemente, puedan liberar. Se acuerda, igualmente, enviar tropas desde Freedom y otros planetas hostiles a Blacktooth cuando se produzca la entrega.

Evidentemente, se ha elegido a Head y Heels como responsables de la misión por su anterior éxito, porque conocen los planetas y porque ellos mismos lo desean.

Capítulo XIV

De la mayor aventura de toda la galaxia

No está escrito que pasó con Head y Heels en su nueva aventura. Sólo se sabe que pasaron mayores peripecias que en su primer viaje. Mas este narrador no ha podido encontrar el final de la historia. Quizá, estimado lector, ese final pueda escribirlo usted…

Relato escrito por Jorge Rodríguez Santos y Scott Wightman basado en el texto de la carátula del juego original.